I
II
III
IV
Ya no me siguen desde la esquina ahora me esperan en el porche, incluso me ignoran cuando los observo o les hablo, imagino que se han aburrido de mi. Yo los sigo espiando con la nariz pegada a la ventana pero ellos ya no me ven. Son tan hedonistas, creo que siento celos.
V
Ayer deje abierta la puerta al salir cuando regrese ellos estaban por toda la casa, no me molesto incluso podría decir que me siento bien, así ya no pasaran frio allá afuera, ya vienen el invierno. Hoy el teléfono no dejo de sonar todo el día hasta que Pardo mordió el cable, esta mejor así, es más cómodo máxime con Gris y Negro en mis pies. Es fin de semana así que me quedare en casa.
VI
Hoy Pardo se levanto temprano, yo estaba acicalándome la piel imitando un poco la manera de Siamés que lo hace de una forma muy particular alcanzando cada lugar con una elegancia extraordinaria, Pardo se fue directo a mi recamara, al principio no me llamo la atención pues solía ir a dormir ahí aunque si me extraño la hora pues él nunca se levantaba tan temprano, después de unos minutos salió con mi camisa de diario y mis zapatos desgastados, la corbata le hacía lucir algo diferente, se dirigió hacia la puerta y tomo el saco y el sombrero del perchero; lo vi salir y alejarse por la acera e incluso saludar a mi vecino, en ese momento quise levantarme he ir por él, hacerlo regresar y gritarle que estaba loco mientras los demás despertaban y lo observaban con horror. No lo hice, en realidad estaba demasiado cómodo ahí echado con el ronroneo de Siamés y el calorcito de Gris y Cenizo a mis pies, ¿para que molestarse? si así se estaba tan bien.
I